lunes, 8 de diciembre de 2008

Dentro de La caja fuerte hay un animal que se escapa por los tejados para perderse en el cielo hasta encontrarse a sí mismo y otro que, también encerrado, mira a su alrededor con resignación y se encuentra con seres atrapados dentro de sus sombras. Entre estos dos estados transitan los personajes de estos cuentos, quienes intentan armar sus historias a través de una identidad con voz propia además de imágenes que se confunden entre realidades paralelas y el ensueño, dejando así entrever a los demonios que atormentan a un yo narrativo que se esconde y huye entrelíneas.
De la Cruz penetra en el interior de esta caja fuerte y nos muestra con crudeza, las consecuencias de la soledad.

Jennifer Thorndike

miércoles, 3 de diciembre de 2008

domingo, 30 de noviembre de 2008

Elsa, su gatolagarto y su caja de cuentos

La Caja Fuerte Hipocampo Editores 2008 de Elsa de la cruz, es un libro encantador desde la portada (gracias al buen gusto de Alex Sifuentes) y más encantador en su propuesta narrativa. El adjetivo encantador funciona como un abrelatas que nos permite destapar la inusual madurez de una joven narradora quien en su primer libro de cuentos no sorprende con 6 breves cuentos (La caja fuerte, La Señorita de Portugal, El cuento de la fotografía, ¿Por qué miras tanto al lagarto?, Pandora, Zarpazos a la luna) en sus 53 páginas. Percibimos en Caja Fuerte por momentos el desenfado discursivo para hilvanar historias con cierto malditismo: “ Media hora duró mi tortura. Supe que había acabado cuando me limpio la sangre con papel higiénico untado con desinfectante y me puso un plástico encima. Tienes una hermosa espalda, sentí su voz en mi oído…(p.21) o el lado oscuro de la existencia anodina en una ciudad tan sucia y callejera. O el juego de la contemplación al lado del discurrir vital: Todos aquí parecen dormir, sólo una pareja que está sentada en lo asiento de atrás está despierta. Hacen el amor silenciosamente con los dientes apretado.. ( P23) o la exageración animal. ¿ Qué harás ahora niño? Verdaderamente eres un estúpido, lo devolviste al zoológico….) quieres verme morir y convertir en piedra (p 42) Caja fuerte libro de fibra. Libro de rutas para otros registros a futuro. Leer por ejemplo: zarpazos a la luna que mezcla ternura, soledad, animalidad y muerte. Elsa de la Cruz Lima1982) joven narradora egresada de la lejana Cantuta donde ganó como estudiante los Juegos Florales Manuel Moreno Jimeno. Hoy nos sorprende con este libro que motivará a no dudarlo otros comentarios. Gracias Elsa.


Raúl Jurado Párraga

http://rauljurado.blogspot.com/2008/11/elsa-su-gatolagarto-y-su-caja-de.html

sábado, 22 de noviembre de 2008

La señorita de Portugal

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La Caja Fuerte guarda como primer cuento de Elsa de la Cruz a La Señorita de Portugal, relato que se configura en el contexto del realismo urbano y existencial. Los personajes enfrentan conflictos generados por fuerzas antagónicas a la medida de su naturaleza y condición. La sumisión de Jackeline Espantoso a un Marcelo sexópata, frío, indiferente y oportunista, delinea la búsqueda ingenua y esperanzada del compañero. Roberto y Lito con sus parejas (sus flacas) ganándose la vida con ocupaciones mediáticas como el el volanteo de zuela y sol por las calles hartas de contaminación propagandística. Sin embargo, la gran fuerza antagónica está en una ciudad gris, despiadada y llena de laberintos y huecos como el Latin Tatoo. Estos puestos mercantiles que no son otra cosa que trampolines de madera envejecida que puede servir de impulso a los ideales de quienes los transitan, o romperse con el propio peso de los sueños. La migración se evidencia en los efectos de la ciudad sobre los recién venidos con sus débiles anhelos.
En la pluma de Elsa, los espacios como los personajes están salpicados de un humor agridulce, de la sonrisa madónica de quien expone sus experiencias mezclándolas con la percepción de la ciudad: …) el tranvía llamado deseo se petrificó mas que el tren eléctrico de Lima / (…) el cielo de Lima había expectorado esa peste ploma del firmamento / (…) mi amor por Marcelo estaba ahora volando como una mosca / (…) mi amor asimiló el silencio / etc.
Técnicamente el cierre del relato es genial. Tanto así que yo hubiera titulado el cuento con el nombre de Hannah pues este personaje que nunca aparece y sólo es aludido, es quien gobierna el destino sentimental de Jackeline y Marcelo.
Saludo, pues, este relato por la contundencia de las palabras, por el uso del lenguaje cotidiano ajustado a las situaciones y a una fluida linealidad cuyo desenfado y sinceridad nos conmueve por sus adjetivaciones francas y precisas y por ese humor subterráneo que amplifica las connotaciones.



César Reyes Campos